Conociendo los orígenes de las bandas militares

Su función principal es el acompañamiento de eventos militares: desfiles, actos oficiales, etc. En estas bandas no hay instrumentos de cuerda. Son las bandas con más historia, en ocasiones incluyen gaitas y otros instrumentos. Suelen ser bandas profesionales y con un elevado número de miembros.

 Las primeras manifestaciones que tenemos sobre las bandas de música fueron bajo el reinado de Servio Tulio (578-534 a. c.), donde fueron instauradas en Roma las primeras Bandas militares. Su principal finalidad era conseguir acompasar la marcha. Estas primitivas agrupaciones tenían una escasa variedad de instrumentos musicales, solamente estaban constituidas por litus, tubas o trompetas rectas y buccinas romanas.

El papel representado por los músicos en la guerra, siempre ha tenido una vital importancia. Durante la Edad Media se usaban tambores y trompetas para las batallas. Las Cruzadas tuvieron un impacto particular en la música occidental a través de la introducción de una amplia gama de instrumentos en los ejércitos sarracenos: los metales, maderas, tambores y timbales. Es conocido que el ejército sarraceno hacía formar delante de sus combatientes a nutridas filas de tambores, cuyas sonoridades atemorizaban tanto a los visigodos, que creían ver con la llegada de estos adversarios la del fin del mundo.

Las marchas militares han acompañado a los hombres en los combates a lo largo de toda la historia de la humanidad y podría decirse que la historia de la música militar se inicia con aquella de los ejércitos, y estrechamente con la invención de los primeros elementos acústicos, de las expresiones que surgían de la civilización de las naciones y, también junto al grado de disciplina de las milicias.

Según se conoce por la historia de los pueblos primitivos, la atracción de la música militar ejecutada para incitar el ánimo de la tropa, nos demuestra que, según su empleo, crea un estado de verdadera exaltación psicológica, ya sea para aquellos que la ejecutan como para los que la escuchan.

Siguiendo esta premisa, los antiguos griegos desarrollaron la doctrina del "ethos", según la cual la música afectaba el carácter de las personas y les permitía desarrollar una determinada "virtud", según el estrato social que debiera ocupar en el esquema de organización de la ciudad o estado. De esta manera, aquellas personas destinadas a ser guerreros, por ej., debían desarrollar la "virtud" del coraje, y para ello durante su educación se les hacia escuchar música muy rítmica, fuerte y de carácter exultante.

Con los romanos la música guerrera adquiere forma más sapiente y triunfal. Las trompetas, timbales, platillos y tambores constituían esencialmente la base de la música militar, siendo la trompeta el principal instrumento de guerra, y cuyo nombre genérico comprendía: la tuba (trompeta recta), la bocina (trompeta circular) y el corno. Estos instrumentos marchaban cerca de los portaestandartes y daban señales al ejército, haciéndose oír a veces en forma solista y otras veces simultáneamente.

En la época de las guerras de Italia que aparecieron los primeros conjuntos de músicos agrupados a la cabeza de las tropas. Lo constituían ejecutantes de trompetas, cornos, tambores, timbales, platillos, pífanos y flautas. Más tarde se agregaron: el oboe, el fagot y la gaita.